¿Qué implica el carácter retroactivo del complemento por brecha de género?

El complemento brecha de género retroactivo permite que las personas beneficiarias obtengan pagos correspondientes a periodos anteriores a la solicitud del complemento. Esto implica que el reconocimiento del derecho no solo opera desde la fecha de solicitud, sino también respecto a momentos pasados, siempre que se cumplan ciertas condiciones.
La retroactividad no es automática. Requiere que exista una base jurídica sólida que respalde el derecho a reclamar importes anteriores. En muchos casos, esto ha dado lugar a disputas legales y pronunciamientos judiciales relevantes.
Este carácter retroactivo cobra especial importancia en contextos donde la Administración no ha aplicado el complemento de oficio. En tales situaciones, se abre la posibilidad de exigir los pagos omitidos, generando un impacto económico considerable.
Por tanto, el análisis de este principio retroactivo es clave para determinar hasta qué punto se puede ejercer el derecho con efectos anteriores. Además, ayuda a delimitar los plazos legales en los que es posible exigir la prestación.
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Fundamento legal de la retroactividad en este complemento
El reconocimiento de la retroactividad en el complemento por brecha de género se apoya en diversas normas del ordenamiento jurídico español. Entre ellas, destaca la Ley General de la Seguridad Social, así como la interpretación de principios como el de igualdad y no discriminación.
Uno de los pilares más discutidos es el principio de seguridad jurídica. Este busca garantizar que los derechos no sean restringidos por demoras administrativas o vacíos interpretativos. La retroactividad encuentra respaldo cuando se demuestra que el derecho existía desde antes, aunque no fuera aplicado.
A esto se suma el papel del Tribunal Constitucional y del Tribunal Supremo, que han definido el alcance de la retroactividad en distintas prestaciones contributivas. Sus decisiones permiten argumentar a favor de una aplicación más justa y completa del complemento.
En definitiva, la base legal para la retroactividad no es uniforme, pero existe un margen claro para su invocación. Esto hace posible su reclamación, sobre todo si se demuestra que la omisión no fue por culpa del solicitante.

Evolución normativa y reconocimiento del derecho retroactivo
El complemento brecha de género retroactivo no siempre fue concebido con posibilidad de reclamación anterior a la solicitud. Al inicio de su aplicación, el reconocimiento de este derecho era estrictamente prospectivo, es decir, solo a partir del momento de concesión.
Sin embargo, la normativa ha evolucionado. A partir de ciertas modificaciones introducidas desde 2021, el complemento comenzó a generar más debate sobre su posible efecto retroactivo. Esta discusión se intensificó con los fallos judiciales que comenzaron a reconocerlo con efectos anteriores.
Además, el cambio de enfoque del legislador muestra una tendencia hacia la reparación de desigualdades estructurales. Esto ha facilitado que los tribunales reconozcan el derecho a la retroactividad, sobre todo en casos donde existió una omisión injustificada.
Hoy en día, el contexto normativo es más favorable a la retroactividad, aunque no está plenamente consolidado. Esta ambigüedad obliga a examinar cada caso concreto para valorar las posibilidades reales de éxito al reclamar.
Límites temporales del reconocimiento retroactivo
Uno de los principales obstáculos al reclamar el complemento con efectos retroactivos son los límites temporales impuestos por la legislación. Estos límites determinan hasta qué punto es posible retrotraer los pagos, y pueden variar según la interpretación judicial o administrativa.
En general, la Seguridad Social aplica un plazo de retroactividad máximo de tres meses desde la fecha de solicitud. Sin embargo, en muchos casos se ha discutido la validez de esta limitación cuando se demuestra que la persona tenía derecho desde antes, pero no fue informada.
También se debe considerar la prescripción. Según la normativa general, los derechos económicos derivados de prestaciones reconocidas prescriben a los cinco años. Este plazo puede interrumpirse si se inicia un procedimiento de reclamación, lo cual es clave al presentar recursos o demandas.
Por tanto, conocer los plazos legales y las posibilidades de interrumpir la prescripción es esencial para una estrategia legal eficaz. No actuar a tiempo puede significar la pérdida definitiva del derecho a cobrar los atrasos.
¿Qué significa que el complemento tenga carácter retroactivo?
Significa que, si se cumplen ciertas condiciones, se puede reclamar el pago del complemento por brecha de género por periodos anteriores a la solicitud. No se limita solo a pagos futuros, sino también a los atrasados que deberían haberse reconocido desde que existía el derecho.
¿Cuál es la diferencia entre retroactivo y retrasado?
Un pago retroactivo implica que se reconoce un derecho económico desde un momento pasado, como si siempre hubiera estado vigente. En cambio, un pago retrasado ocurre cuando se reconoce el derecho en su momento, pero la administración tarda en efectuar el abono. Es decir, el primero corrige una omisión anterior, y el segundo solo refleja un desfase en el pago.
¿Hasta cuántos años atrás se puede reclamar el complemento brecha de género retroactivo?
El complemento por brecha de género se cobra retroactivamente desde la fecha de jubilación o de reconocimiento de la incapacidad, sin límite de tiempo.
Esto significa que, aunque la solicitud se realice años después, se abonará con efectos desde el momento en que nació el derecho.
¿Se puede reclamar la retroactividad si ya se está cobrando el complemento?
Sí, es posible. Aunque ya se esté recibiendo el complemento, se puede presentar una reclamación para solicitar los pagos correspondientes a periodos anteriores a la concesión, siempre que se cumplan los requisitos legales y dentro del plazo de prescripción.
¿Qué hacer si la Seguridad Social niega la retroactividad del complemento?
En ese caso, se recomienda presentar una reclamación administrativa. Si esta es desestimada, se puede acudir a la vía judicial. En muchos casos, los tribunales han reconocido el derecho a la retroactividad, especialmente cuando existen sentencias favorables previas en casos similares.